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Las claves de una clasificación que se demoró una década

Un lapso de 3772 días, divididos en diez años y tres meses, separaron a Gimnasia de Jujuy de su primera presentación en la historia de la Copa Argentina con la serie de penales que le permitió imponerse a Central Córdoba de Santiago del Estero y acceder a los 16avos de Final de la décima edición. Un ícono del club, un arquero habituado a destacarse en las definiciones de la competencia y un protagonista inesperado, las grandes figuras de la noche riojana.

Dentro de los 64 equipos que accedieron a la décima edición de la Copa Argentina AXION energy, varios asomaban como candidatos por su habitual desempeño destacado en la competencia. River y Boca, por ejemplo, lideran en cantidad de títulos desde el regreso del certamen con tres; Arsenal, Huracán y Rosario Central completan el listado de campeones, mientras que Racing accedió a una Final y una Semifinal, y San Lorenzo también fue subcampeón luego una de sus tres apariciones en Cuartos de Final. La contracara aparecía en un equipo que, si bien había disputado la mayoría de las anteriores temporadas del torneo integrador, seguía sin lograr una clasificación a la siguiente eliminatoria.

Las miradas podrían haberse posado en Ituzaingó y Puerto Nuevo, debutantes en el cuadro principal, pero ambos equipos habían estrenado con triunfos sus campañas iniciales de las temporadas 2011-2012 y 2012-2013, respectivamente. El caso en cuestión es el de Gimnasia y Esgrima de Jujuy, una institución que afianzó su nombre en las principales categorías durante las últimas dos décadas: desde mediados de 1993, dividió sus participaciones en el torneo de la máxima categoría y la Primera Nacional. Sin embargo, su vínculo con la Copa Argentina incluyó resultados inesperados desde aquel debut en la edición inaugural: cayó con Sarmiento de Resistencia, representante del Torneo Argentino B. Si bien estuvo próximo a superar a Atlético Tucumán en la campaña siguiente, igualó 2-2 y cayó por penales, vía que marcaría su pronta despedida en las ediciones 2013-2014 (Estudiantes de Buenos Aires) y 2015-2016 (Olimpo). Las restantes actuaciones lo vieron ser derrotado por exigua diferencia en los cruces de 32avos de Final ante Tigre (2014-2015) y Almagro (2018), que lo superaron por apenas 1-0.

Clasificado a la décima edición por una campaña positiva en la Primera Nacional, Gimnasia de Jujuy arribó al enfrentamiento contra Central Córdoba de Santiago del Estero inmerso en un contexto desfavorable. La salida de Cristian Molins, que había comenzado su ciclo en los primeros días de 2022, generó un espacio ocupado por uno de los máximos referentes en la historia del club fundado en 1931: Daniel Ramasco, líder en presencias como jugador con 293, se alejó temporariamente del cargo de director deportivo para asumir de manera interina. El ex mediocampista central había sido titular en la mencionada eliminación por penales ante Atlético Tucumán de la edición 2012-2013.

Las decisiones de Ramasco en el planteo del encuentro ante el subcampeón de la Copa Argentina 2019 fueron acertadas. Priorizó el orden en el 4-4-2 desplegado en el estadio Carlos Augusto Mercado Luna (La Rioja) y arriesgó con una dupla innovadora en la zaga central, conformada por dos refuerzos que habían arribado a principios de año: el uruguayo Roberto Hernández y el boliviano Anderson Rey Salinas. Firmes en el juego aéreo, lidiaron acertadamente con el oficio de Sebastián Ribas y Claudio Riaño, referencias ofensivas del Ferroviario durante distintos tramos del encuentro. Cuando la defensa se vio superada en acciones puntuales, apareció la solvencia habitual de un protagonista de la competencia: Cristian Lucchetti, que respondió frente a intentos de media distancia de Francisco González Metilli y Gonzalo Ríos, y se quedó con un mano a mano ante el mencionado Riaño.

Más allá del énfasis puesto en limitar el circuito ofensivo del conjunto dirigido por Sergio Rondina, Ramasco también eligió la opción adecuada en la conformación de la delantera. Priorizó la experiencia al introducir a Leandro González y Alejandro Gagliardi, de amplia trayectoria entre las dos principales categorías del fútbol nacional. De hecho, la oportunidad de mayor riesgo generada por Gimnasia de Jujuy durante los 90 minutos incluyó a ambos protagonistas, ya que el atacante con pasado en Temperley (se destacó en la campaña histórica de 2018, cuando arribó a Semifinales), la inició con una descarga y, luego de un taco magnífico de su socio de ataque, punteó la pelota ante la salida rápida de Nelson Insfrán, que desvió el peligro.

“Ojalá podamos clasificar pero, más allá del resultado, me voy orgulloso del esfuerzo realizado”. Ramasco mezcló el agradecimiento por el empeño de su equipo durante la igualdad 0-0 con la arenga para poder cumplir un objetivo esperado. La serie de penales se convirtió en una montaña rusa de emociones ya que, luego de tres ejecuciones magníficas que habían abierto una brecha (Insfrán le había tapado el segundo a Guillermo Cosaro), Central Córdoba descalibró la mira y falló las últimas tres. Iván Rodrigo Ramírez elevó su remate y, luego del fallo de Maximiliano Tunessi Millán (lo estrelló en el travesaño), Riaño abrió demasiado la cara interna del pie y falló la ocasión de sellar la clasificación para el Ferroviario. Lautaro Belleggia marcó el empate transitorio y generó la aparición de Lucchetti, que pasó de verdugo con Atlético Tucumán en aquella noche de enero de 2013 a héroe al desviar el zurdazo de Jonathan Bay.

La definición por penales de Central Córdoba (SdE) - Gimnasia de Jujuy

La responsabilidad de quebrar la prolongada racha recayó en los hombros de Hernández, que optó por la potencia y lo celebró con el festejo marca registrada de Kylian Mbappé y Lucas Pratto: corrida, salto y brazos entrecruzados a la altura del pecho. El abrazo de sus compañeros significó dejar atrás 3772 días de sufrimiento en la Copa Argentina. Gimnasia de Jujuy evitó quedar como el poseedor de la peor marca de encuentros sin clasificaciones en la competencia y le pasó la presión a Sportivo Barracas, que acumula seis eliminaciones consecutivas desde su estreno en la temporada 2011-2012. “Sabíamos que un triunfo nos dejaba en la historia del club”, cerró Lucchetti, feliz a sus 43 años con la consecución de un nuevo logro en la competencia integradora. San Lorenzo y Racing de Córdoba definirán al siguiente contrincante del Lobo, que quebró el maleficio y quiere cambiar la historia en el torneo integrador.

Los festejos de una clasificación memorable

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