Diez datos que dejó la Final
La definición inédita de la decimotercera edición que consagró a Independiente Rivadavia contra Argentinos Juniors incluyó varios condimentos particulares. El bautismo de Mendoza como provincia campeona, la aparición de un protagonista habitual en los logros de la Lepra, el ingreso de un héroe inesperado, los dos campeones que repitieron y el goleador que no pudo coronar una gran actuación fueron los principales puntos salientes del encuentro que marcó el bautismo de una sede en el encuentro decisivo.
INDEPENDIENTE RIVADAVIA Y UNA NOCHE INOLVIDABLE
En una definición emocionante, Independiente Rivadavia firmó su primer hito nacional en 112 años de historia: derrotó por penales a Argentinos Juniors (5-3, luego de un empate 2-2 en los 90 minutos) y se coronó como campeón de la decimotercera edición de la Copa Argentina AXION energy. De esta manera, se sumó a la nómina de vencedores del trofeo integrador que componían Boca, River, Arsenal, Huracán, Rosario Central, Patronato, Estudiantes de La Plata y Central Córdoba de Santiago del Estero.
EL PRIMER TÍTULO OFICIAL EN LA PROVINCIA DE MENDOZA

Al igual que había ocurrido con Patronato de Paraná (Entre Ríos) en 2022 y con Central Córdoba (Santiago del Estero) en la temporada pasada, Independiente Rivadavia se erigió como el primer representante de su provincia que conquista un certamen oficial a nivel nacional. Pese a su gran historia como cuna de jugadores, Mendoza tenía como mejor resultado el segundo puesto obtenido por Godoy Cruz en la Superliga 2017-2018, cuando finalizó a dos puntos de distancia de Boca. Luego de superar la mejor campaña ostentada por el Tomba en la competencia (semifinalista en la temporada 2020), la Lepra superó por penales a Argentinos Juniors para alzar el trofeo en la decimotercera edición.
ALFREDO BERTI, ARTÍFICE DE LAS GRANDES GESTAS DE LA LEPRA

Se consolidó como uno de los principales íconos en la historia de Independiente Rivadavia. Luego de evitar el descenso en su primer ciclo en 2017 y de consumar un ascenso inédito a Primera en una segunda etapa que llegó seis años después, Alfredo Berti cerró el círculo en su tercer paso por el club al ser el artífice del título que inauguró el palmarés del conjunto mendocino. El santafesino dejó atrás los antecedentes negativos en el certamen (tres victorias y cuatro derrotas) y comandó una campaña que incluyó clasificaciones frente a Estudiantes, Platense, Central Córdoba de Rosario, Tigre, River y Argentinos Juniors para sumarse al listado de entrenadores campeones de la Copa Argentina.
ARGENTINOS JUNIORS SE QUEDÓ A LAS PUERTAS DE SU PRIMERA COPA NACIONAL

Solo triunfos. Las cinco clasificaciones de Argentinos Juniors en el camino a su primera aparición en la Final de la Copa Argentina AXION energy habían sido en los 90 minutos. Sin embargo, un flojo arranque ante Independiente Rivadavia le costó una desventaja de dos goles que, si bien logró zanjar por intermedio de los goles de Alan Lescano y Erik Godoy, defensor que ingresó como última opción ofensiva y convirtió el empate agónico, generó que debiera depender de una definición por penales. La solvencia de los ejecutantes del conjunto mendocino y el penal atajado por Gonzalo Marinelli ante Tomás Molina, máximo goleador de la decimotercera edición, inclinaron la balanza contra un Bicho que deberá aguardar para estrenarse como campeón de Copas nacionales.
MOLINA, UN GOLEADOR QUE NO TUVO SU MEJOR NOCHE

Las cinco victorias de Argentinos Juniors habían tenido su sello. Tomás Molina se había convertido en el primer jugador en anotar goles consecutivos desde 32avos de Final hasta Semifinales al marcarles a Central Norte de Salta, Excursionistas, Aldosivi, Lanús y Belgrano, con la particularidad de que la mayoría habían incluido el valor agregado de ser determinantes en el marcador. Sin embargo, el delantero que defendía el título por haber disputado el debut de Central Córdoba de Santiago del Estero en 2024 volvió a padecer en una instancia clave: las definiciones por penales. Solvente desde los doce pasos en los partidos ante el Tiburón y el Pirata, no pudo con Gonzalo Marinelli en la cuarta ejecución de la tanda y permitió que Sebastián Villa selle la consagración de Independiente Rivadavia. La particularidad sufrida por el atacante que, de todas maneras, finalizó como máximo anotador de la decimotercera edición, es que sufrió la pericia del arquero de la Lepra en dos ocasiones debido a que el primer intento se repitió por adelantamiento del surgido en River.
MARINELLI, EL HÉROE INESPERADO

Minuto 44 del segundo tiempo. Independiente Rivadavia, que aguantaba en inferioridad numérica lo embates finales de un Argentinos Juniors que soñaba con prolongar la definición a los penales, sufrió un duro golpe: Ezequiel Centurión pidió el cambio por una fractura en la muñeca derecha. Gonzalo Marinelli ingresó en su lugar y, si bien no logró contener el remate de Erik Godoy que selló el 2-2 definitivo, se erigió como figura inesperada en la serie de penales. Con el marcador 4-3 en favor del conjunto mendocino, el arquero surgido en River contuvo en dos ocasiones el remate de Tomás Molina (el primero debió repetirse por adelantamiento) y permitió que Sebastián Villa sentencie el primer título en la historia del club.
UNA SEDE NUEVA PARA UNA FINAL INÉDITA

Por tercera vez en la era moderna de la Copa Argentina, Córdoba albergó la Final. La particularidad es que, a diferencia de las dos ocasiones anteriores, el estadio no fue el estadio Mario Alberto Kempes. La sede elegida fue el Monumental Presidente Perón de Instituto, que retornó a la competencia después de una ausencia de tres años y dos meses, y se sumó a una nómina de anfitriones del encuentro decisivo que también integran el San Juan del Bicentenario, el Bicentenario Ciudad de Catamarca, el Malvinas Argentinas de Mendoza, el Único Madre de Ciudades (Santiago del Estero), el Ciudad de Lanús y el 15 de Abril (Unión de Santa Fe).
LA FINAL CON MÁS GOLES EN NUEVE AÑOS

Nueve años habían transcurrido desde aquella última definición disputada en Córdoba y, al igual que había ocurrido en la remontada dramática y agónica que había favorecido a River contra Rosario Central, el encuentro se caracterizó por las emociones: los cuatro tantos que tuvo el empate entre Independiente Rivadavia y Argentinos Juniors fue justamente la mejor marca desde aquel 4-3 favorable al Millonario en la temporada 2015-2016.
DOS CAMPEONES QUE REPITIERON

Dos de los principales valores en el cierre de la gesta de Independiente Rivadavia disfrutaron de un protagonismo que no habían tenido en su anterior conquista de la Copa Argentina. Sebastián Villa revalidó su importancia en el ataque de la Lepra al cortar un pase de Federico Fattori e iniciar un contraataque letal que finalizó con su cuarta asistencia de la campaña al habilitar a Matías Fernández en el 2-0 parcial. La posterior conversión decisiva en la serie de penales le otorgó el merecido status de héroe al colombiano en la consagración del Azul.
Distinto había sido el panorama de Villa en su anterior coronación con Boca en la temporada 2020. Si bien convirtió el primer gol del Xeneize en la campaña (el empate parcial del 2-1 ante Claypole), recién volvió a jugar en Semifinales contra Argentinos Juniors. También repitió su presencia en el encuentro decisivo frente a Talleres de Córdoba, pero fue reemplazado por Cristian Pavón en el minuto 89 y no pudo participar en la definición por penales que le otorgó el título al conjunto que dirigía Sebastián Battaglia.
El restante integrante de Independiente Rivadavia que conocía la sensación de alzar el trofeo integrador era Marinelli. Luego de ser titular en el triunfo por 1-0 sobre Estudiantes en el debut, el arquero ingresó en un instante crucial de la Final contra Argentinos Juniors y sobresalió en la serie de penales con una atajada determinante ante Tomás Molina. De esta manera, tuvo una participación más importante que en la consagración de Huracán en la temporada 2013-2014, cuando había sido suplente de Marcos Díaz en cuatro de los seis partidos.

MATÍAS FERNÁNDEZ QUEBRÓ UNA RACHA INESPERADA

La conversión de Álex Arce que había abierto el marcador para Independiente Rivadavia había significado la prolongación de un hecho insólito: la Lepra tenía 18 autores distintos para sus goles en la historia de la Copa Argentina. Sin embargo, la conversión siguiente del conjunto mendocino quebraría la racha, ya que Matías Fernández, arribado desde Excursionistas en el comienzo de la temporada, capitalizó el contraataque comandado por Sebastián Villa y definió con precisión el mano a mano ante Sergio Romero para estirar la ventaja. De esta manera, el mediocampista ofensivo de 24 años repitió aquel tanto anotado ante Tigre que, justamente, también había resultado de una habilitación del colombiano.