Especiales de la Copa: partidos repetidos (tercera parte)
El turno de los emparejamientos que incluyeron el sabor de la revancha. Rosario Central y Boca alternaron resultados en cuatro encuentros imperdibles (uno definió al campeón de una edición); Deportivo Morón se repuso de una eliminación por penales y consumó un triunfo histórico sobre San Lorenzo; mientras que River y Gimnasia La Plata se llevaron una victoria por lado en dos Semifinales del certamen integrador.
Fueron tres series que se mantendrán en la memoria de los hinchas del fútbol nacional. El tercer capítulo correspondiente a los “Especiales de la Copa Argentina” que incluye partidos repetidos se basa en enfrentamientos que marcaron un antes y un después en el certamen integrador, con la particularidad de que le brindaron la posibilidad de tener revancha al perdedor del encuentro inicial. El cruce emblemático tuvo como protagonistas a Rosario Central y Boca, que lideran el listado de historiales por el torneo integrador: se enfrentaron en cuatro oportunidades, con dos victorias iniciales para el Xeneize y la recuperación del Canalla en los últimos cruces.
Deportivo Morón se había quedado con la sangre en el ojo por la eliminación mediante los penales contra San Lorenzo en 2013 y se quedó con el siguiente cruce, que sentenció uno de los triunfos de mayor significado en su historia. Además, River y Gimnasia La Plata se encontraron en sendas Semifinales de la Copa Argentina y alternaron al ganador: el Lobo se quedó con una clasificación memorable al quebrar una racha histórica de triunfos en los 90 minutos del club de Núñez en el certamen.
Partidos repetidos (tercera parte)
Deportivo Morón - San Lorenzo
Deportivo Morón 0 (2) - San Lorenzo 0 (3) (16avos de Final de 2012-2013)
Deportivo Morón 1 - San Lorenzo 0 (16avos de Final de 2017)
El primer partido fue trascendental en la historia moderna de San Lorenzo: significó el estreno oficial de Sebastián Torrico en el club. Su destacado aporte en la campaña de Godoy Cruz (figura en las victorias por penales ante Chacarita y Huracán) y la partida intempestiva de Pablo Migliore derivó en una oportunidad de dar el salto a un equipo histórico del fútbol sudamericano. El experimentado arquero la tomó desde el primer minuto y, luego de cerrar su valla en el encuentro de 16avos de Final disputado en el estadio Ciudad de Vicente López, exprimió su especialidad al desviar los remates de Mariano Messera y Osvaldo Vila para avanzar a la siguiente instancia. El Ciclón finalizaría como subcampeón de aquella edición 2012-2013.
El ascenso a la Primera Nacional había sido el punto crucial dentro de un ciclo brillante comandado por Walter Otta en Deportivo Morón. El cambio de divisional se sustentó en la Copa Argentina, con seis de ocho instancias superadas en enfrentamientos contra rivales de la máxima categoría. El triunfo más importante se produjo el 20 de agosto de 2017. Un encuentro parejo en el estadio Ciudad de Lanús se definió en el minuto 85, cuando Javier Rossi bajó un envío largo de Julio Salvá y, después de un fallo crucial de Gabriel Rojas, Leandro Guzmán sacó un remate brillante para sentenciar la única diferencia en el marcador y posibilitar la clasificación del Gallo, que también encaminaría su mejor campaña en la Copa Argentina: alcanzó las Semifinales.
River - Gimnasia La Plata
River 2 - Gimnasia La Plata 0 (Semifinales de 2015-2016)
River 2 (4) - Gimnasia La Plata 2 (5) (Semifinales de 2018)
Una ráfaga de cuatro minutos en el cierre del primer tiempo, característica fundamental de las últimas campañas arrolladoras de River en la Copa Argentina, le permitieron encaminar el destino de la Semifinal disputada en el estadio San Juan del Bicentenario. Ilusionado con inmiscuir su nombre en el listado de ganadores del certamen, el conjunto dirigido por Marcelo Gallardo logró la victoria con sendas jugadas iniciadas por Gonzalo Martínez. En primer lugar, el zurdo abrió hacia la derecha para la posición de Ignacio Fernández, que lanzó un centro conectado por Sebastián Driussi mediante un anticipo; luego, ubicado en su lugar habitual (la izquierda del ataque) asistió a Lucas Alario, que comenzaba a encaminar una actuación brillante en la edición que lo tuvo como campeón y máximo goleador con siete anotaciones.
Ya consolidado como bicampeón de la Copa Argentina, River representaba una amenaza aún mayor. El Millonario acarreaba una seguidilla histórica de 16 triunfos en los 90 minutos por la competencia y parecía determinado a estirarla en el estadio José María Minella (Mar del Plata). Un tiro libre de Martínez le dio la ventaja, pero Gimnasia La Plata se repuso rápido con una aparición de Lorenzo Faravelli, que capitalizó una floja reacción de Franco Armani. El Lobo sufrió un duro contratiempo con la expulsión de Ezequiel Bonifacio y su rival retomó el control mediante una definición de Lucas Pratto. Sin embargo, la roja a Javier Pinola devolvió la paridad en cantidad de futbolistas en el campo de juego y Santiago Silva hizo lo propio en el marcador. Los yerros de Pratto y Jonatan Maidana en la serie de penales concretó la clasificación del Tripero a la Final, instancia que lo dejaría a un paso del primer título oficial en 23 años.
Rosario Central - Boca
Boca 1 (4) - Rosario Central 1 (2) (Cuartos de Final de 2011-2012)
Rosario Central 0 - Boca 2 (Final de 2014-2015)
Rosario Central 2 - Boca 1 (Cuartos de Final de 2015-2016)
Rosario Central 1 - Boca 0 (Octavos de Final de 2017)
Todavía en la B Nacional, Rosario Central estuvo cerca de consumar uno de los primeros resultados resonantes en la historia moderna de la Copa Argentina. Un cabezazo de Javier Toledo sentenció la apertura del marcador en el encuentro disputado en el estadio San Juan del Bicentenario e ilusionaba a los hinchas del Canalla con la posibilidad de un título que equilibrara la balanza desfavorable. Sin embargo, el propio delantero dilapidó un penal en el complemento y, envalentonado por la atajada de Sebastián Sosa, Boca alcanzó la igualdad por intermedio de Nicolás Blandi. La posterior serie desde los doce pasos, que incluyó ejecuciones imperfectas de Gonzalo Castillejos y Omar Zarif, sentenció la clasificación del Xeneize, posteriormente campeón de la edición.
La segunda victoria del club de La Ribera ante Rosario Central por Copa Argentina también finalizó con el trofeo en su poder. En esta oportunidad, la instancia de la Final implicaba un valor agregado en el encuentro que tuvo como sede al estadio Mario Alberto Kempes de Córdoba (repetiría al año siguiente, con la definición entre el Canalla y River). Un primer tiempo parejo y sin mayores emociones antecedió a las apariciones fructíferas de Nicolás Lodeiro (al igual que en las Semifinales contra Lanús, se hizo cargo del penal) y Andrés Chávez para sentenciar el segundo y último título del Xeneize en el torneo que une la tradición con la innovación. El conjunto santafesino debería esperar hasta 2018 para romper la malaria en la competencia.
Motivado por los antecedentes desfavorables previos, Rosario Central salió decidido a llevarse la victoria en la reedición del cruce que se realizó en idéntica sede a la Final. Una volea de José Luis Fernández y un anticipo preciso de Germán Herrera gestaron el triunfo en el cierre de la etapa inicial. Aunque Boca dominó la posesión de la pelota en el complemento, sólo quebró la resistencia del Canalla en tiempo adicionado al reglamentario: Darío Benedetto, campeón de la Copa Argentina con Arsenal en la edición 2012-2013, les devolvió la esperanza a los miles de hinchas de Xeneizes que copaban sus respectivas tribunas. El pitazo decisivo de Patricio Loustau desató la algarabía en el Canalla, que disfrutó de quebrar la racha negativa y protagonizó una noche memorable por la competencia integradora.
Por tercer año consecutivo, Rosario Central y Boca se enfrentaron en el cuadro principal del torneo más federal del país. Más allá del cambio de sede (estadio Malvinas Argentinas de Mendoza), instancia (Octavos de Final) y protagonistas (por citar un caso, Paolo Montero se ubicaba en lugar de Eduardo Coudet en el banco de suplentes del conjunto santafesino), la rivalidad se mantenía latente por la intensidad de los enfrentamientos previos. Nuevamente el Canalla tomó la delantera: una pelota parada cayó en la cabeza de Mauricio Martínez, que ya había aportado su cuota anotadora en el debut de aquella campaña contra Cañuelas. Un equipo pragmático, concentrado y voluntarioso le permitió a la Academia mantener la diferencia en el tiempo restante y volver a privar a Guillermo Barros Schelotto de alzar el trofeo integrador.
