Remedios de Escalada está de fiesta: Talleres sorprendió a Racing
Cuando el encuentro parecía tener destino de penales, el ingresado Diogo Guzmán capturó un rebote y estableció el histórico 2-1 definitivo en el estadio Centenario Ciudad de Quilmes. El Aurirrojo, que contaba con inferioridad numérica en el cierre por la expulsión de Sebastián Benega, escribió su nombre en las páginas doradas de la Copa Argentina y se estrenará en Octavos de Final. Por su parte, el conjunto de Avellaneda sufrió un nuevo sinsabor en el certamen integrador.
Lejos de aquella etapa ininterrumpida de doce años en Primera División que finalizó en 1938, Talleres de Remedios de Escalada vio la oportunidad que le otorgó la Copa Argentina de codearse nuevamente con los equipos históricos del fútbol nacional y la tomó con determinación. En la apertura de los 16avos de Final de la duodécima edición, el Albirrojo logró un triunfo memorable al vencer de manera agónica a Racing por 2-1 y selló su campaña más significativa en el certamen. ¿Cuáles fueron los condimentos de la gesta en el estadio Centenario Ciudad de Quilmes? El conjunto dirigido por Martín Rolón convirtió el tanto decisivo en inferioridad numérica: Diogo Guzmán, juvenil surgido de las inferiores, fue el héroe de la jornada.
La primera presentación de Racing en la duodécima edición, una goleada por 3-0 sobre San Martín de Burzaco, había marcado el inicio de una seguidilla de siete triunfos entre las distintas competencias para el equipo comandado técnicamente por Gustavo Costas. De todas maneras, el objetivo de protagonizar la Copa de la Liga Profesional había quedado en el camino por la eliminación en la fase inicial, motivo por el cual la competencia integradora se consolidaba como un objetivo trascendente para el resto de la temporada. Con mayoría de titulares, la Academia emergió al terreno de juego con la determinación de plasmar la superioridad de categoría desde el inicio y evitar complicaciones, pero recibió un golpe repentino que lo sorprendió.
Seis minutos de juego habían transcurrido cuando Talleres de Remedios de Escalada contó con su primer tiro de esquina. El lanzamiento preciso de Tomás Asprea derivó en la combinación entre los defensores Nicolás Malvacio, que la peinó, y Fernando Duré, autor de la apertura del marcador al empujar la pelota. Locura en la parcialidad del representante de la B Metropolitana y sorpresa en un Racing que, de todas maneras, estaba habituado a recibir goles en 16avos de Final: solamente había mantenido la valla invicta contra San Martín de San Juan en la temporada 2013-2014. A la Academia le costó reponerse del tanto y, pese a contar con futbolistas de la categoría de Agustín Almendra, Juan Fernando Quintero y Roger Martínez, careció de precisión para romper la monotonía de una posesión inocua que se trasladó de manera lateral. En la única ocasión que el enganche colombiano cambió el ritmo con un pase pinchado por encima de la defensa, un cruce providencial de Malvacio impidió que Bruno Zuculini conecte el centro de Gabriel Rojas para restablecer la paridad.
Johan Carbonero y Adrián Martínez, que había convertido en los siete triunfos consecutivos de Racing, fueron las opciones elegidas por Costas en el entretiempo. Sin embargo, Talleres bordeó el segundo tanto a partir de un error de Marco Di Césare, que se quedó corto con una cesión hacia atrás y favoreció la posición de Nicolás Molina. El remate lejano del delantero con pasado en Estados Unidos estuvo a centímetros de erigirse como uno de los mejores tantos de la presente competencia, pero rebotó en el palo y salió apenas desviado. Un cruce de Facundo Mura frente a Asprea y un centro de Patricio Romero que no logró conectar el propio Molina significaron nuevas oportunidades para el conjunto de Remedios de Escalada, que sufriría no darle el golpe de gracia a su rival: un zurdazo potente desde afuera del área le permitió a Maximiliano Salas sentenciar el empate de la Academia y alcanzar a los líderes de la tabla de anotadores de la duodécima edición.
La igualdad propició una leve mejora en el rendimiento de Racing, que reforzó la apuesta desde media distancia con un intento de Baltasar Rodríguez y también avisó mediante una acción individual de Adrián Martínez, cuyo zurdazo no cobró el destino deseado. La expulsión del ingresado Sebastián Benega parecía acentuar la tendencia favorable al conjunto de Avellaneda en los instantes finales. Sin embargo, la Copa Argentina volvería a observar un capítulo que perdurará por siempre dentro del grupo de batacazos.
En el cuarto minuto de los seis adicionados por Pablo Echavarría, Diogo Guzmán sacó un remate lejano que se topó con una reacción desafortunada de Facundo Cambeses. El rebote derivó en Ciro Campuzano, que capitalizó el choque de Di Césare con el arquero de Racing y cedió la pelota hacia el ingreso del mediocampista de apenas 18 años, que había continuado la acción y encontró una oportunidad preciada para escribir una página dorada en la historia de Talleres. Una vez que su remate ingresó en el arco, emprendió una corrida imparable para el abrazo con sus compañeros, simultáneo al delirio de los hinchas del Aurirrojo, que selló su primera clasificación a los Octavos de Final de la competencia (se medirá contra Banfield o Independiente Rivadavia). Opuesta fue la sensación de la Academia, que protagonizar un nuevo sinsabor en un certamen que, a excepción de aquel subcampeonato de la temporada 2011-2012, lo observó sufrir un cúmulo de derrotas inesperadas y dolorosas.